Fco. Javier Martín, historiador.

​

Manzanera posee un gran término municipal, destacando uno de sus valles, el del Paraíso, que desde el balneario de nombre homónimo, se abre subiendo hacia el barrio de Paraíso Alto y la Peñablanca. Desde su inicio, por el camino contemplamos puntos de gran belleza, acompañados del rumor del agua del río del Paraíso y de las sombras de los grandes chopos que se levantan junto al cauce, penetrando en el valle, rodeado de grandes masas de pinos, carrascas o sabinas. Espiritualidad, naturaleza patrimonio histórico y paisaje son algunos alicientes de esta ruta, entre paraje silenciosos, caminando a los pies de la sierra. 

​

Dejaremos a un lado del barrio de Paraíso Bajo y tras pasar un túnel, a escasos 2 kilómetros nos encontraremos el Paraíso Alto. Este barrio de manzanera que tuvo escuela y maestra fue abandonado por sus vecinos en la década de 1960, y desde ese momento, sus casas y corrales abandonados fueron cayendo uno a uno hasta, llegar casi a una ruina total hacia el año 2000. El milagro empezó en 2012-13 cuando se inició la restauración de la ermita de Ntra. Sra. de los Dolores, que ya presentaba gran parte de sus bóvedas y tejados hundidos. Con la providencia de Dios se hizo aquella obra y se ha continuado con numerosas casas hasta llegar a la actualidad, un rincón bellísimo.

​

Respecto a la ermita de Ntra. Sra. de los Dolores de Paraíso Alto, aunque no hemos encontrado documentación de archivo que lo avale, parece que su construcción proviene, al igual que las primeras casas del barrio, de los franciscanos del convento de Ntra. Sra. de la Vega de Manzanera, que tenían estas tierras del valle del río del Paraíso. En la documentación más antigua estas más a estas masadas o barrios de valle del Paraíso se les conocía como casas del río de las Truchas. Casi con toda seguridad, el nombre de paraíso, fue dado por los frailes franciscanos, muy posiblemente debido a la exuberancia vegetal del valle y a las aguas abundantes que nacen en él. 

​